Nada de Carmen Laforet
Luces, ruidos, el oleaje entero de la vida rompía contra los balcones con cortinas de terciopelo. Dentro también desbordaba; había demasiada gente.
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Nada de Carmen Laforet
Luces, ruidos, el oleaje entero de la vida rompía contra los balcones con cortinas de terciopelo. Dentro también desbordaba; había demasiada gente.
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