Los caminantes: Aeternum de Carlos Sisí
En cambio, su mente le torturaba recreando con vividas imágenes cómo el sacerdote había arrojado a los muertos al cráter, y cómo éstos se habían subido a horcajadas sobre el Cojo y le habían desgarrado la piel, la carne y en última instancia, la vida misma...
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