Varsovia de Carlos Sisí
Los monstruos existen, como saben todos los niños. Pueden sentir que están ahí y saben de lo que son capaces. Lo que desconoce la mayoría de los niños es que los monstruos existen porque instauran la sospecha incipiente de que el mundo de los adultos no es la fortaleza de equilibrio y seguridad que parece ser, porque es un lugar donde se rechaza la existencia de los monstruos y, como Jean Paul sabía muy bien, nada le gusta más a los monstruos que el hecho de que se niegue su existencia.
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