El hombre de tiza de C. J. Tudor
Creemos que queremos respuestas. Pero lo que queremos en realidad son las respuestas correctas. Así es la naturaleza humana. Hacemos preguntas que esperamos que nos conduzcan a la verdad que queremos oír. El problema es que uno no puede elegir sus verdades. La verdad tiene la tozuda costumbre de ser simplemente la verdad. Nuestras opciones reales se reducen a creer en ella o no
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