El camino de las sombras de Brent Weeks
«No me extraña que todos los noblecitos quieran dirigir ejércitos. Si fuese como en los libros que les leen sus madres, sería divertido. Estaría bien sentirse satisfecho cuando el malo muriese, en vez de querer vomitar por haber visto el cartílago y un chorro de sangre después de cortarle una oreja. Sangre que se extiende por el agua en un millón de preciosos remolinos mientras el malo se desangra, mantenido bajo el agua por la soga que le has atado al tobillo.»
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