El futuro tiene tu nombre de Brenna Watson
—Pero él nos quiere. —¿De verdad? —sonrío ella limpiando sus lágrimas con un pañuelo. —Desde luego que sí. Mira, me habla y me toca como lo haces tú —respondió el niño—. No me he querido mucha gente, Marian, por eso lo sé. |