La tierra en llamas de Bernard Cornwell
-¿Queréis convertirse en rey de Wessex - le pregunté. -¡No! ¿Y vos? -Contestó riendo. -Yo quiero ser el señor de Benbanburg. -También yo quiero ser el señor de Dunholm, pero… - y dejó la frase en suspenso. -Si no lo detenemos- concluí -, vendrán a por nosotros. -Merece la pena luchar por eso -añadió Ragnar, renuente-, o nuestros hijos acabarán por ser cristianos. |