Marianela de Benito Pérez Galdós
Eres una personilla delicada, muy delicada, quizá de inmenso valor; pero, ¡qué demonio!, pon un arpa en manos toscas..., ¿qué harán?, romperla...; porque tu constitución débil no te permita partir piedra y arrastrar la tierra ¿se ha de afrirmar que no sirves para nada?
|