"Constantinopla" es una novela histórica que transcurre a principios del siglo VII, cuando el Imperio Romano está en decadencia y los pueblos árabes que lo rodean ansían conquistarlo y hacerse con el poder mundial. Ya desde el principio, es inevitable quedarse atrapado en una trama repleta de intrigas políticas, venganzas y actos brutales. A esto hay que añadir la propia pluma del escritor. Su maestría a la hora de describir lugares y escenas y las contundentes frases cortas que encuentras a lo largo de toda la novela, imprimen mucho ritmo a la lectura. La historia se explica desde diferentes escenarios y personajes, lo que te permite conocer los entresijos y estrategias de cada bando y de los personajes que van por libre. El conjunto hace que aumente la tensión de la trama porque, a pesar de que sabes (o eso crees) lo que traman, muchas veces la decisión final es del todo inesperada. Además, cada cual mueve sus piezas en un tablero complicado e inestable donde, dependiendo del movimiento, el destino de millones de personas puede cambiar de la noche a la mañana. La novel en sí es un auténtico polvorín a punto de estallar. En cuanto a los personajes, para mí están bastante bien definidos. Incluso es fácil empatizar con ellos o, por el contrario, llegar a aborrecerlos. Sin embargo, en ocasiones son algo previsibles. Si se tiene un poco de noción de la historia de la época, no cuesta imaginar cómo va a actuar un soldado romano o persa. Sea como sea, despiertan toda clase de emociones en el lector. Si os gusta el género histórico, "Constantinpla" es, sin ninguna duda, una novela que merece la pena leer. + Leer más |