La primera novela que leo de la autora y no me ha dejado indiferente. Es una novela narrada en dos hilos temporales, separados en el tiempo más o menos en unos siete años y la narración es buena porque los capítulos creo que tienen su justa medida para introducirte dentro de las dos historias, navegar entre ellas, sufrir con ellas y a la vez no perder el hilo conductor de la trama. Por una parte, hablamos ya de inicio de un joven desaparecido, Jared, al que pronto su amiga se pondrá en su búsqueda cuando ve en su ordenador que posiblemente esté buscando a su hermano Robert desaparecido unos siete años atrás. De desapariciones va la cosa. Parece que la policía en su momento se quedó en un callejón sin salida y es Jared quien lía toda la historia. Cuando se habla de niños desaparecidos y que sufren. Yo sufro mucho, con ellos y las personas vulnerables son con los que más vamos a sufrir. Los niños para mí son intocables y cuando se les toca, sufro y sufro mucho. Pero tengo que reconocer que son los libros que más disfruto (un poco gore yo), me gusta que me toquen la patatita y con éste me la han tocado. Bobby o Robert es un niño muy bueno y noble que se va a hacer de querer y con el que nos van a hacer sufrir. Todo eso lo consigue la autora dando con el tema del abuso infantil o agresión infantil, mejor dicho, hoy en día. Es un tema que por desgracia seguirá candente en esta sociedad tan estúpida que es capaz de abusar del más desfavorecido por favorecer unos deseos enfermizos que nadie en su sano juicio comprende ni comprenderá. + Leer más |