Azúcar quemado de Avni Doshi
Dejé de ver a la terapeuta poco después, porque hacía demasiadas preguntas. ¿Su trabajo no era sentarse y escuchar? De hecho, peor que la idea del abandono de mis padres fueron todas las preguntas sin respuesta que planteó, las que siguen flotando a mi alrededor. Cada vez que estoy cerca de responder una, se materializa toda una serie de dudas distintas. Me pregunto por el terror que debieron sentir los físicos cuando las leyes de Newton no se cumplieron bajo el microscopio. Se metieron donde no los llamaban. Muchos de ellos probablemente desearon no haber visto lo que habían presenciado y volver a un momento en el que todo era más sencillo. Nos disolvemos en preguntas. Incluso los signos de interrogación me han parecido siempre extraños, un garfio de la mano de alguna pesadilla.
|