Anatomía del amor de Ava Reed
Me cuesta respirar, algo me pesa en el corazón. El hecho de que esta mujer esté aquí sentada no significa que sea débil ni mucho menos. No significa que se merezca lo que le ha pasado, ni que se lo haya buscado. La violencia doméstica y los malos tratos a menudo son un proceso lento y progresivo. Un proceso malicioso y abrumador. Esa persona a la que amas, en la que confías, va cambiando poco a poco, día a día, convirtiéndose en alguien peor. Es tan lento que apenas te enteras, que consideras que lo que ocurre debe de ser un error, porque al fin y al cabo amas a esa persona. Y cuando por fin te das cuenta de que esos cambios insignificantes se han convertido en algo insalvable, ya es demasiado tarde. No sabes cómo has llegado hasta allí ni cómo ha sucedido. Y además ya no te quedan amigos ni familiares a los que recurrir
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