Saavedra. Un anarquismo de Aurelio Fernández Fuentes
Sevilla es adorable. Tantos y tantos escritores, poetas y viajeros han descrito profusamente las delicias de esta ciudad que alguna vez fue la capital del mundo... cuyas incontables iglesias contienen la plata, el oro, las piedras preciosas, los colorantes que los saqueadores españoles robaron de América, dejando una secuela de explotación y muerte.
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