Sabotaje de Arturo Pérez-Reverte
La luz declinante de la ventana y su efecto óptico en el cristal daban una tenue pátina rojiza al enorme lienzo; como si éste, antes de ser realidad, ya empezase a ensangrentarse lentamente. Y de pronto, todo adquirió sentido. -Se llamará Guernica -dijo Picasso. |