Sidi de Arturo Pérez-Reverte
-Tu eres peligroso, Ludriq. -Vivo de eso. Lo había dicho con ecuánime sencillez. Mutamán le dirigió una última y pensativa mirada. -No -concluyó-. Es tu naturaleza No seas nunca mi enemigo... Es favor que te pide un rey, hijo de otro rey. Asintió otra vez Ruiz Díaz , disciplinado, Impasible. -Haré cuanto pueda por no serlo. |