El italiano de Arturo Pérez-Reverte
Piel mojada, hierro caliente. Negras noches y mares azules, agrega al fin, mirando la roca oscura y aún lejana. Pese a la grasa con que se ha embadurnado el cuerpo bajo el mono de faena y el traje estanco que lleva encima, el napolitano tiene mucho frío.
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