El regreso de Sherlock Holmes de Arthur Conan Doyle
Sin embargo, su carácter frío y orgulloso rechazaba por sistema todo lo que se pareciera al aplauso público y me hizo prometer, en los términos más estrictos, que no diría una sola palabra sobre él, sus métodos o sus éxitos; una prohibición que, como ya he explicado, no levantó hasta hace muy poco.
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