Sigue mi voz de Ariana Godoy
Siempre me he preguntado por qué a algunas personas les cuesta tanto entender que nuestra mente también puede enfermar como nuestro cuerpo. Cuando alguien tiene un dolor fuerte de estómago, nadie le dice: «Distráete, piensa en otra cosa y se te pasará». Y si alguien se corta gravemente, de inmediato le indican: «Tienes que ir al hospital a que te curen». Pero cuando estás deprimido, lo que puede ser una herida mucho más profunda y compleja que cualquier daño físico, escuchas un millón de dudas sobre lo que explicas que te pasa. Y son esas mismas personas que dudan de tu honestidad las que luego se muestran tan sorprendidas cuando alguien se suicida, alegando que nunca lo vieron venir, que no saben cómo algo así ha podido pasar, que habrían ayudado si lo hubieran sabido. Doble moral.
|