Los Ojos Del Perro Siberiano de Antonio Santa Ana
"Nos quedamos un rato en silencio, envueltos en el perfume de las hierbas. Hasta que le pregunté. — ¿Por qué nunca hablamos de Ezequiel? Apoyó las cosas en el piso con mucha calma. Estiró su mano como para acariciarme. Me miró. Bajó la mano. Luego la vista y dijo en un susurro: — Hay cosas de las que es mejor no hablar." |