La señorita Mackenzie de Anthony Trollope
Lo cierto es que lady Ball se había equivocado al juzgar el carácter de su sobrina. La consideraba discreta, amable y desinteresada, y había concebido que, por tanto, debía ser débil y sumisa. En muchas ocasiones se mostraba sumisa, y en algunas era débil ; pero había en su naturaleza un poder de resistencia y de supervivencia con el que lady Ball no había contado. Cuando era consciente de ser víctima de un maltrato irrefutable, podía defenderse bien, y no inclinaría la cabeza ante ninguna señora Stumfold ni ante ninguna lady Ball.
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