El lugar de Annie Ernaux
Los críos siempre tenían lombrices. Para expulsarlas se cosía dentro de la camisa, cerca del ombligo, una bolsita llena de ajo. En invierno, algodón en los oídos. Cuando ahora leo a Proust o a Mauriac, no creo que evoquen los tiempos en que mi padre era niño. El panorama de mi padre es de la Edad Media.
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