El salón de baile de Anna Hope
Una vez que se ponía a leer, ya no volvía a levantar la vista. Desaparecía tan inapelablemente como si hubiera aparecido un agujero y se hubiese escurrido por él.
|
El salón de baile de Anna Hope
Una vez que se ponía a leer, ya no volvía a levantar la vista. Desaparecía tan inapelablemente como si hubiera aparecido un agujero y se hubiese escurrido por él.
|