Los amigos del crimen perfecto de Andrés Trapiello
-La vida de un policía- reconoció Maigret- es, por una parte, los casos en los que ha intervenido y, por otro, la relación con los compañeros. Pero olvidan antes que nadie, porque no podrían vivir con todo lo que la vida les echa encima. Ni siquiera a los que tienen más cerca les cuentan ni una décima parte de lo que sucede en su trabajo. Un policía vive siempre dos vidas, y de una de ellas, precisamente la de policía, lo olvida todo cuando sale de la comisaría. Pero sucede también algo curioso. Si un policía tiene que recordar, puede recordar casos incluso que hayan pasado cincuenta años antes.
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