El último día de la vida anterior de Andrés Barba
No siente amor ni desamor. No siente nada. Es como si hubiese disparado al aire sin mirar y un segundo después hubiese visto un cóndor a sus pies. Luego, cuando se sostienen la mirada, les cubre una ola. Piensa que los hombres como él se pasan la vida huyendo de esas situaciones, por eso siempre las afrontan mal, y que las mujeres como ella se pasan la vida esperándolas, por eso siempre tienen la sensación de que ya han sucedido.
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