La lengua de los dioses de Andrea Marcolongo
La vida de una lengua no está en funcionamiento de la psique —en cada pensamiento por separado— ni en los órganos fonadores —en los labios, en la garganta— del que habla. La vida de una lengua está en los seres humanos que se sirven de ella para concebir el mundo y para vivir expresándolo mediante palabras; la vida de una lengua, pues, está en la sociedad.
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