La chica de las zapatillas de colores de Andrea López
—No tengo nada en contra del color, en su justa medida —especifico—. Pero aquí dentro, entre la nevera rosa, el sofá verde chillón, las sillas azul celeste, la mesa morada y las cortinas amarillas, tengo la impresión de haberme convertido en una ficha del parchís —bufo mirando de nuevo a mi alrededor con actitud desdeñosa.
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