Te espero en el fin del mundo de Andrea Longarela
“…un día, siendo aún dos adolescentes, yo tuve tan claro que la quería como para esperarla durante años y que lo haría cada día de mi vida. Y quizá no todos lo entiendan. Tal vez nuestra historia esté llena de errores y tropiezos. Puede que muchos crean que nos ha hecho más mal que bien y que el amor debe ser otra cosa. Es posible que, para algunos, lo vivido no merezca la pena. No obstante, cuando la miro, cuando respiro el mismo aire que ella, todo eso se desvanece y se pierde entre los recuerdos, porque solo Vi y yo podemos comprender lo que se siente al estar en los brazos, en la mirada, en la boca y en el corazón del otro. Solo nosotros conocemos la sensación de vivir en el segundo exacto antes de que se acabe el mundo.”
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