Carta de un escritor a su esposa en la que cuenta como se debatió entre reconocer el amor "social" y el verdadero.Para ser una carta que escribe a su mujer en los últimos años de vida, tiene un tono egocentrista que sólo al final se matiza.
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Carta de un escritor a su esposa en la que cuenta como se debatió entre reconocer el amor "social" y el verdadero.Para ser una carta que escribe a su mujer en los últimos años de vida, tiene un tono egocentrista que sólo al final se matiza.
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Nos lo cuenta en 1992 Johan Josberth en sus Puentes de Madison, cuando Robert dirigiéndose a Francesca afirma: “esta clase de certezas solo se presentan una vez en la vida.” Y en 2019 André Gorz en su Cara a D. se reafirma en esta premisa , al decir “no dejaba de sentir que algo fundamental no será común, una especie de herida originaria.” Una misma insistencia, dos personas que se reconocen más allá de todo cuanto es ayer, dos seres embriagados de presente y con deseos de futuro en común, con durabilidad de carácter estelar. Dos, cuya vida en común y su experiencia de amor inagotable, solo se verá cercenada por la desaparición de la carne. La desconcertante extrañeza que irrumpe en el autor al constatar que su mayor pasión de vida no es nombrada en sus escritos, es la circunstancia inquietante que le propone enmendar una cuestión tan incomprensible y ya, prácticamente, al final de sus días. Reconoce como D. es el material fundacional, pues su existencia empieza en D. , en esa mujer. El libro, pues, es un profundo reconocimiento a la persona que le facilitó llegar más allá en la profundidad de su ser. Reconoce haber sido un ser agazapado antes de ella. El autor hace una exposición de enamorado, lo señala al principio de la carta, la sigue amando y deseando a sus ochenta años y extiende todo el significado que alcanza para intentar definir el amor humano y explicar su profundidad, su fuerza inagotable y su potencia. Cabe señalar que el amor para el común de los mortales carece de la categoría excepcional de la que nos hablan y sienten la ficción romántica Johan Josbert y la historia real de André Gorz . La aspiración sí suele ser esa, conseguirlo, a veces, demasiadas veces, se convierte por un motivo u otro , en imposible. Y siempre, y siempre, la esperanza de conseguir un amor sublime para nuestra vida, es mejor no perderla nunca. Algunas uniones a dos son puras experiencias fundamentales para la existencia. Algunas parejas ven, desde el principio, como se crean entre ellos enlaces, conexiones, vínculos, fusiones que se auguran y se presentarán exitosas. Será aleatorio cómo, cuándo e incluso a qué edad pueden surgir, pues sabrán insuflar vigor a la fermentación de la masa madre que somos cada uno de nosotros. Dos seres, que solo al conocerse empiezan a degustar el verdadero y dulcísimo de los frutos que se alzan en forma de desafíos. No se trata en Gorz y D., de la asimilación sin crítica del uno al otro. A lo que ellos juntos aspiran es a encontrar lo más cercano a lo verdadero, al unir el acuerdo al disenso, proponen reformas argumentales y celebran los acuerdos del pensamiento. Serán Golz y D, dos pasiones vitales decantadas hacia intereses compartidos, sin restar otros recogidos en su intimidad genética, que los diferencia en el modo de enfrentar la psique y sus argumentos. La fuerza de la mujer, nos hace ver Gorz es más positiva, decidida, desacomplejada, más relajada, menos ortodoxa. A Golz le harán sufrir algunas de sus contradicciones y profundas dudas, le harán sufrir también las continuas dificultades para encontrar la independencia económica. Él señalará continuamente la maestría e inteligencia de la mujer para ordenar la economía, adecuándola a los ingresos. Gorz, profundamente enamorado de la mujer que sabe amarlo, auparlo, disculparlo e incluso perdonarlo. Ambos tienen la certeza de que el dolor será insoportable si uno deja la vida antes que el otro. Un año después de la publicación de esta carta decidirán suicidarse juntos. + Leer más |
Cuando al final no queda nada, cuando la vida ya acaba, cuando el amor es lo único que tenemos para darnos vida, nos aferramos a lo que él representa: un ser vivo, un objeto, un recuerdo. Carta a D es un corazón hablando, un corazón gimiendo y un corazón pidiendo perdón, por no entender, por no aceptar que todo lo vivido había sido mágico y que todo lo vivido era todo lo que era necesario y lo suficiente. Carta a D es una confesión de amor, una proclamación de plenitud, un dejar de ser y de existir en forma individual, para empezar a ser y existir en un todo a través de ella, a través de su amada, a través de su único y verdadero amor. Es un relato corto, sencillo, desgarrador y un jalón de orejas para todos, para reconocer a ese ser que decide caminar a nuestro lado y con el que decidimos compartir nuestro tiempo y nuestros momentos. ¡Qué el amor los encuentre y nunca los deje ir! |
¿Quien escribió el mas grande fenómeno de Wattpad "After"