Ana Isabel Fernández
Debo acostumbrarme a los besos maternales, porque el amor expiró para siempre en mis labios. Ahora... tú eres mi único guardián.
|
Ana Isabel Fernández
Debo acostumbrarme a los besos maternales, porque el amor expiró para siempre en mis labios. Ahora... tú eres mi único guardián.
|