Contra el fanatismo de Amos Oz
No soy pacifista en el sentido sensiblero de la palabra. Si volviese a sentir que existe peligro real de que mi país sea borrado por completo del mapa y mi gente masacrada, volvería a luchar aunque ya soy viejo. Pero solo lo haría si pensara que es a vida o muerte o que alguien intenta esclavizarme, a mí o al de al lado Nunca lucharía -preferiría ir a prisión- por más territorios. Nunca lucharía por los santos lugares ni por vistas a los santos lugares. Nunca lucharía por supuestos intereses nacionales. Pero lucharía, y como un demonio, por la vida y la libertad. Por nada más.
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