La Araucana de Alonso de Ercilla
Y una flecha a buscarle venía por el siniestro lado, ¡oh dura suerte!, rompe la cruda punta y tan derecho, que pasa el corazón más bravo y fuerte que jamás se encerró en humano pecho |
La Araucana de Alonso de Ercilla
Y una flecha a buscarle venía por el siniestro lado, ¡oh dura suerte!, rompe la cruda punta y tan derecho, que pasa el corazón más bravo y fuerte que jamás se encerró en humano pecho |