El día que dejó de nevar en Alaska de Alice Kellen
Eres tan increíble, Heather… Alguien debería habértelo dicho cada día de tu vida, todas las mañanas, hasta que terminases creyéndote esa verdad y diciéndote a ti misma al mirarte al espejo. Porque es cierto. Lo eres. Ella tiene razón. En algún momento te darás cuenta que eres Siqiniq. El sol.
|