El mapa de los anhelos de Alice Kellen
Apenas soy consciente de que estoy caminando, porque mi atención está puesta en el roce de su piel y la mía, la manera en la que mis dedos fríos parecen cobijarse en la calidez que desprenden los suyos. Él no lo sabe, pero memorizo cada detalle de su mano, (…) Porque todo ello nos conecta en estos momentos. Y es una conexión física pero emocional. Un puente alzándose lentamente sobre los cimientos construidos en las últimas semanas. Y siento que, por una vez en mi vida, no está hecho de papel ni de cartón, sino de piedra.
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