El mapa de los anhelos de Alice Kellen
—¿Quieres saber cuándo supe que ibas a ser un problema? —susurro que sí contra su piel, incapaz de apartarme de él—. Cuando leí aquel papel en el que escribiste las cosas que te gustaban. Lo hice aquí, también de madrugada. Y al llegar al final, cuando cambiaste de presente a futuro, pensé: «Mierda, me voy a enamorar».—Qué bonito. «Mierda» y «enamorarse» en una misma frase. Siento la risa suave de Will en la mejilla derecha y me encantaría que el vibrante sonido se quedase para siempre entre los diminutos poros de mi rostro. —Una composición poética. |