El día que dejó de nevar en Alaska de Alice Kellen
"Y luego sonrío. Sonrío al tropezar con sus ojos, porque en ellos no hay ventisca, ni tormenta, sino, un cielo limpio y despejado. Ya no nieva. Ya no duele". |
El día que dejó de nevar en Alaska de Alice Kellen
"Y luego sonrío. Sonrío al tropezar con sus ojos, porque en ellos no hay ventisca, ni tormenta, sino, un cielo limpio y despejado. Ya no nieva. Ya no duele". |