El dulce daño de Alfonsina Storni
Fue un noche tranquila. ¿La recuerdas, amado? Íbamos silenciosos: caminaba a tu lado, tu brazo sobre el mío. Mi cabeza caía bajo no sé qué peso de la melancolía. |
El dulce daño de Alfonsina Storni
Fue un noche tranquila. ¿La recuerdas, amado? Íbamos silenciosos: caminaba a tu lado, tu brazo sobre el mío. Mi cabeza caía bajo no sé qué peso de la melancolía. |