Un libro quemado y otros textos de Alfonsina Storni
He podido comprobar que es que es escasa la pareja matrimonial que vive dedicada a atisbar en los niños su íntima naturaleza, desarrollarla con inteligencia, amoldarse, sin perder la autoridad paternal, a la personalidad del niño. Por lo general he comprobado una educación rutinaria, que lo mismo puede darla la madre que la institutriz, el padre que el tutor. Esto, cuando no he presenciado dentro de los matrimonios toda serie de actitudes, destemplazas y amoralidades, que los hijos reciben día a día dentro de la sagrada institución del matrimonio; escuela negra esta, para el tierno corazón infantil, que de entrada a la vida encuentra frente a sus ojos alegres la sombría expresión de dos enemigos: sus padres.
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