Hasta que el viento te devuelva la sonrisa de Alexandra Roma
Descubrir la gran verdad que solo sabíamos lo que habíamos sufrido una pérdida, que nunca les decíamos adiós, que siempre convivían con nosotros, que se convertían en una prolongación de nuestro propio cuerpo, que continuar adelante era nuestra obligación porque a través de nosotros ellos también lo hacían.
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