Le collier de la reine de Alejandro Dumas
Bebía a grandes sorbos el irremediable dolor de la ausencia voluntaria, ese suplicio sólo conocido por las almas fuertes, que es a la vez una tortura y un placer. Por sus angustias se parece a todos los dolores vulgares. Conduce a una voluptuosidad que sólo pueden sentir los que saben inmolar la felicidad al orgullo.
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