Le collier de la reine de Alejandro Dumas
Mi infalibilidad sobre este punto es tal que se extiende a los animales, a la materia inerte incluso. Si subo a un carruaje, veo en el brío de los caballos y en el rostro del cochero si volcaremos o si me arrastrarán; si embarco un navío, adivino si el capitán será un ignorante o un testarudo y, por consiguiente, si podrá o no querrá hacer la maniobra necesaria. Evito, entonces, al cochero y al capitán, y abandono los caballos y el navío.
|