Joseph Balsamo: Memorias de un médico de Alejandro Dumas
Sí, respetáis a vuestro padre, y no a causa de sus cualidades ni de sus virtudes, no, sino sencillamente porque os ha dado la vida. Pues bien, señorita, sentado esto como principio, ¿por qué me insultáis?, ¿por qué me rechazáis?, ¿por qué me odiáis, cuando os he dado la vida, o, mejor dicho, os la he salvado?
|