Joseph Balsamo: Memorias de un médico de Alejandro Dumas
Y prendiendo nuevamente del clavo el vestido de Teresa, bajó melancólicamente la escalera detrás de Gilberto, por cuya juventud hubiera tal vez cambiado en aquel instante su reputación que equilibraba la de Voltaire y partía con ella la admiración de todo el mundo.
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