Esta novela desprende intriga y risas a partes iguales. Es bastante breve, no llega apenas a las 200 páginas, por lo que entre que es de fácil y amena lectura y su extensión, la leí en nada y menos. Está narrada en primera persona desde el punto de vista del protagonista, Ramiro, un fanático del fútbol y un tanto peculiar, pícaro y descarado. Había sido apartado del Cuerpo de la Policía por sus excesos del pasado, pero la muerte de su tío, alguien a quien nadie soportaba, le hace volver a aquel mundo de la investigación y replantearse toda su vida. El autor, con sus descripciones tan reales de la ciudad, consigue que el lector se meta de lleno en Cádiz y sus calles. No es una novela negra al uso. En mi caso el autor es un verdadero descubrimiento porque tiene un estilo propio muy característico (si os animáis a leerlo comprenderéis el porqué). En definitiva, es una novela estupenda que hará las delicias de los amantes del género y que además les guste ese toque picaresco que nos ofrece el autor a lo largo de la historia. + Leer más |