Alaitz Leceaga
El dolor necesita su tiempo para despedirse de nosotros y marcharse. Es como uno de esos invitados que se queda demasiado tiempo en casa.
|
Alaitz Leceaga
El dolor necesita su tiempo para despedirse de nosotros y marcharse. Es como uno de esos invitados que se queda demasiado tiempo en casa.
|