La tumba negra de Ahmet Ümit
—A veces —contestó Esra con una voz cargada de sentimiento, pero segura de lo que decía— la fe puede cegar a la gente. Impide que seamos tolerantes con los que son distintos a nosotros. Hace que veamos como natural, incluso como necesaria, la muerte y la exterminación de los que no son de los nuestros.
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