Fénix en la lluvia de Ahmad Shamlu
Peces Pienso que mi corazón nunca ha sido así tan rojo y tan ardiente; Siento que en los peores momentos de esta noche de muertes, miles de manantiales de sol brotan de la convicción, en mi corazón; Siento que en cada esquina y rincón de este desierto de desesperación miles de bosques tiernos surgen de repente de la tierra. Oh, tú, convicción perdida, pez huidizo que en las lagunas del espejo te deslizas de fondo a fondo, soy un pantano claro, ¡busca, pues, con la magia del amor, desde las lagunas del espejo, un camino hacia mí! … Pienso que mis manos nunca han sido tan grandes ni gozosas. Siento que en mis ojos, cuando cae una lágrima rojiza, respira el sol sin ocaso de un himno; Siento que en cada vena mía con cada latido de mi corazón se oyen ya las campanas de levantamiento de una caravana. Se presentó una noche en la puerta desnuda como el alma del agua. En su pecho dos peces y en sus manos un espejo. Su pelo mojado olía a algas y se entrelazaba como algas. Yo, desde el portal de la desesperación, grité: ¡oh convicción hallada, no te perderé! + Leer más |