Lo que moja la lluvia de Adriana Abenia
Fue complicado dormirme, si es que llegué a hacerlo. Aquello había sido toda una declaración de intenciones. O quizá estaba tratando de estimular mi escritura… Lo que era innegable es que los dos estábamos al corriente de lo que sucedía, pero ninguno dispuesto a hablar de ello. Seguiríamos disimulando. Algo me abrasó por dentro.
|