Eugene Oneguin de Adrian Tchaikovsky
¡He abandonado mis campiñas, la soledad de los bosques y los campos, donde una sombra manchada de sangre se me aparecía cada día! Me he dedicado a vagabundear sin meta, embargado por un solo sentimiento... ¿Y que ha sucedido? ¡Para mi desgracia también los viajes me han aburrido! |