El jardín de los nuevos comienzos de ABBI WAXMAN
Me arrepiento amargamente de haber pasado tanto tiempo discutiendo con él. Si pudiera cambiar el tiempo que malgasté recogiendo calcetines y quejándome por otro beso, o incluso por cinco minutos sentados a solas y en silencio, tomando un café en la sala de estar, lo haría sin pensarlo
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