Un cadáver en la mansión Sainsbury de A. Fielding
ーSus preguntas resulta absolutamente impertinentes, inspector jefe!ーgritó la señora Markham encolerizadaー. ¡Yo no maté a la pobre chica! Ni la coloqué debajo del entarimado de la cocina para que la encontrara esta misma tarde el esposo de mi hija ¡al regresar de su luna de miel! [...] Repito que no sé nada, no sé nada de ese horrible crimen, y sugerir lo contrario... ーBueno, señora Markham ーdijo incómodo el comisario de la cercana estación de policía de Woolwichー, nadie está sugiriendo...ー¡Cierto! [...]. |